Sello del Triángulo

Sello

Nuestro sello se conforma de una secuencia de simbolos, que al recorrerlos uno a uno, nos muestran, bellamente, el Camino Iniciatico Cristiano.



Los dos primeros, la Cruz de Santiago y la Venera, nos invitan y muestran el Espiritu Activo que debemos encarnar si queremos, ciertamente, alcanzar la comunión con nuestros Hermanos y, en ellos, con nuestro Reparador. Ambos roles, la lucha y el esfuerzo del Pergrino, fundan sus raices en el sacrificio. El objeto que se sacrifica en ofrenda a Dios, se santifica, y si este somos nosotros mismos, nos santificamos.



Los siguientes, la Escuadra y el Compas, son nuestras herramientas, nuestras Joyas, pues en el estudio y contemplación de los simbolos, junto con la lectura del Evangelio, será donde hallaremos el mensaje personal e inalterable, que nos guiará hacia una vida virtuosa.

El ultimo, la Cruz Templaria, es nuestra aspiración mayor en el Regimen Escoces Rectificado, ser Armados Caballeros, ser dignos servidores de Cristo, dignos servidores de una Beneficencia activa y universal.


SIGNIFICADO DE LA CRUZ DE SANTIAGO

Para conocer el origen de la Cruz de Santiago, hay que situarse en la villa riojana de Clavijo, España, y ponerse delante de los acontecimientos que allí tuvieron lugar.


Por el año 844, a 15 km de la capital de La Rioja, en dirección Sur, se encuentran las ruinas del castillo de Clavijo, en una de cuyas derruidas torres se puso una enorme Cruz de Santiago hecha de hierro, sin duda como símbolo de lo que allí aconteció. En torno a sus murallas, según es tradición, se enfrentaron, moros y cristianos, en cuya batalla se apareció el Apóstol Santiago, montado sobre un caballo blanco, ayudando a los cristianos. La tradición popular, a ese paraje, le dio el nombre de “Cuesta de los Templarios”.


Tal batalla, la inició Ramiro I, rey de Asturias, para poner fin al Tributo de las Cien Doncellas, que debían ser entregadas todos los años al Califato de Córdoba, según un acuerdo establecido que evitaba toda agresión. Con la intervención del Apóstol Santiago, los cristianos lograron la victoria, y en prueba de agradecimiento, Ramiro I, concedió el 25 de mayo de 844, en Calahorra, el Voto de Santiago.


Recuerdos imperecederos de la tal batalla, real, de muy arraigada tradición jacobea, suponen el escudo de la región, en el que figura la cruz de color rojo de Santiago. También hay memoria de la lucha en el Solar de Valdeosera, fundado por el rey don Sancho de Navarra, así como interesantes datos en el archivo de la iglesia de dicha localidad, figurando en las listas de la Batalla de Clavijo, los Tejada de Valdeosera. Don Miguel de Cervantes Saavedra, en su universal obra "Don Quijote de la Mancha", hace mención a estos hechos, poniéndolos en una conversación que mantiene don Quijote con su escudero Sancho.


En la catedral compostelana aparece en varios puntos: en la fachada del Obradoiro en piedra, en el parteluz de la puerta principal, como asimismo en el cuerpo central, arriba, en metal, a ambos lados de la hornacina que protege la estatua del Apóstol Peregrino. También en la bóveda de la Biblioteca y Sala Capitular, en el techo de la capilla del Pilar y, naturalmente, en el centro de la esclavina que luce la figura sedente de Santiago en el Altar Mayor de la catedral.


La Cruz de Santiago, con forma de espada, es latina, de color rojo, con los extremos del travesaño floronados y el pomo en punta de lanza, que conocida por "el lagarto", será durante mucho tiempo, siglos, el distintivo más codiciado por la nobleza y la aristocracia.


SIGNIFICADO DE LA VENERA

Por lo mismo que los peregrinos que vienen de Jerusalén traen las palmas, así los que regresan del santuario de Santiago de Compostela traen las veneras. Pues bien, la palma significa el triunfo, la venera significa las obras buenas. Así como los vencedores al volver de la batalla solían en otro tiempo agitar las palmas en sus manos, mostrando que habían triunfado, así los peregrinos que vienen de Jerusalén traen las palmas, mostrando que han mortificado sus vicios. Pues los que se embriagan, los deshonestos, los avaros, los ambiciosos, los litigiosis, los usureros, los lujuriosos, los adúlteros o los demás vicios, puesto que aún están en la guerra de los vicios, no deben traer la palma, sino los que vencieron completamente los vicios y se unieron a las virtudes. Pues hay unos mariscos en el mar próximo a Santiago, llamados veneras, que tienen dos corazas, una por cada lado, entre las cuales, como entre dos tejuelas, se oculta un molusco parecido a una ostra. Tales veneras están labradas como los dedos de la mano y las llaman los provenzales nidulas y los franceses crusillas, y al regresar los peregrinos del santuario de Santiago las prenden en las capas para gloria del Apóstol, y en recuerdo de él y señal de tan largo viaje, las traen a su morada con gran regocijo. La especie de corazas con que el marisco se defiende, significan los dos preceptos de la caridad, con que quien debidamente los lleva debe defenderse, esto es:


Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.

Ama a Dios el que guarda sus mandamientos. Ama al prójimo como a sí mismo el que no hace a otro lo que no quiere para sí, y lo que quiere para sí hace a los demás. Las veneras, acomodadas a manera de dedos, significan las obras buenas, en las cuales el que dignamente las lleva debe perseverar, y bellamente por los dedos se simbolizan las obras buenas: de ellos nos valemos cuando hacemos algo. Por tanto, como el peregrino lleva la venera, así mientras esté en el camino de la vida presente debe llevar el yugo del Señor, esto es: debe someterse a sus mandamientos. Se cuenta que siempre que la melodía de la caracola de Santiago, que suelen llevar consigo los peregrinos, resuena en los oídos de las gentes, se aumenta en ellas la devoción de la fe, se rechazan lejos todas las insidias del enemigo; el fragor de las granizadas, la agitación de las borrascas, el ímpetu de las tempestades se suavizan en truenos de fiesta; los soplos de los vientos se contienen saludable y moderadamente; las fuerzas del aire se abaten.

© 2013 - Diseño: nuestr@web.net   - Imágenes y contenidos: GPRDH